Estamos viviendo mal el sueño
- Claudia Yanes
- Oct 22, 2024
- 4 min read

Si existe una cosa más poderosa que la verdad, es la Fe. Podríamos poner la verdad delante de todos y los devotos buscarán salidas coherentes a su lógica, respaldando su creencia y reforzándola en contradicción con lo que les dices.
Y he ahí la base de todas las ideologías políticas y religiosas; he ahí la base del comportamiento humano en general. Porque la Fe, inclusive, tiene acápites en la ética, como ciencia que estudia la moral en la sociedad.
Nos han dicho cómo vestir, en qué creer, cómo proceder ante cada situación de la existencia humana, nos han dicho a quien amar, a quien detestar, a quien adorar. Nos han indicado el camino del bien y el mal y nos han delimitado los límites del cielo y el infierno.
Han escrito nuestras vidas y nosotros, como nómadas sin autonomía, caminamos del nacimiento a la muerte, hasta rechazando a los que se atreven a salirse del patrón.
Estamos viviendo mal el sueño y luego decimos que nos abusan. Somos dueños y reyes de nuestra vida, nadie más que nosotros nos debería poder dirigir. En esencia, permitimos todo lo que nos sucede y creemos todo lo que una mente entrenada y superior nos sugiere, porque por miedo negamos lo desconocido.
La vida es un espacio entre dos neblinosos silencios, desconocidos y temidos por la mayoría, de generación en generación han surgido teorías, se han creado historias sobre los inicios y vaticinios sobre el final. La verdad es lo que quieres creer, porque los que tienen la verdad no están siquiera al alcance del proceso cognitivo del humano simple.
Dudar es el principal escalón para entender, pero las personas prefieren creer y repetir, como eternos preescolares.
La verdad es tan relativa que existen diferentes verdades de un mismo concepto, por lo cual, ante mis ojos, ya no es verdad, es una conveniencia asentada transgeneracionalmente en la psiquis nativa y que beneficia principalmente a su creador y sus descendientes.
Por ejemplo, lo más clásico y trascendental de todos los tiempos, DIOS, la energía universal, el padre de todos, el maestro y guía humano, etc etc etc. ¿Cómo es que un mismo Dios tiene nombres, atributos e interpretaciones tan diferentes, en dependencia del país en que nos encontremos?. Todos le dan una forma y una doctrina y se reparten el destino del alma al final de la vida en dependencia de los miedos que deseen crear en cada comunidad.
Es interesante el humano, tan manipulable...
La misma historia de la conquista de América. España en 1492 envió naves tripuladas por marineros en busca de la indias y resultó que tropezaron con América. Para los españoles, ellos descubrieron este continente y lo bautizaron, ¡todo hermoso y pintoresco! ¡Que lindos los indiecitos que estaban esperando ser colonizados!, ¡esa es su parte de la historia! Pero América ya estaba aquí, esta era la casa de los indios nativos, los árboles y animales les pertenecían y no hubo descubrimiento alguno, hubo conquista y colonización, por la fuerza, con armas, con muerte...la verdad con dos bandos, ya no es verdad absoluta.
Si la vida es lo más hermoso y la muerte es el fin de todo, ¿porque en Ghana hacen una fiesta cuando alguien muere? Así de relativa es la percepción de este mundo.
¿No será que estamos interpretando mal este sueño al que llamamos vida? ¿No será que estamos dejando de ser verdaderamente felices por hacer siempre lo que otros estipulan?
En el mundo centroamericano, amamos a los padres por encima de todo, aunque te abandonen, aunque te maltraten. Nos han inculcado que el amor a la familia es obligatorio y eso no es amor, es presidio. El amor es libertad, es paz, es ternura. El amor no deja a un bebé abandonado, el amor no golpea, eso no es amor, eso es la raza humana y sus interpretaciones.
Nos dicen que debemos ejercer una profesión o ser artistas de una sola rama. Como si nos vistiéramos con una sola muda de ropa o escucháramos un solo tipo de música, como si hubiese un solo sabor y una sola especie animal. Como si el mundo fuera monocromático y nosotros absurdamente ciegos.
Sé todo lo que quieras ser y haz todo lo que te haga feliz, no dañes a nadie ni impongas tus juicios porque en verdad tu felicidad es asunto tuyo y así mismo la ajena es asunto de cada cual. Simplemente abre un poco más los ojos para que aprendas a vivir mejor en este hermoso sueño que nos empeñamos en tergiversar y complicar, date cuenta que los problemáticos somos nosotros, Dios no creó la guerra, la guerra la creó el humano, Dios no puede salvarte de nada que hiciste tú mismo, tienes que salvarte tú y hasta que no te des cuenta de eso, seguirás culpando a otros de la realidad que prediseñaste inconscientemente y/o aceptaste conscientemente.
Por lo menos lleguemos a un punto, si vamos a creer en lo que nos dicen y vamos a vivir una vida de corderos en rebaño, seamos coherentes emocionalmente y al menos transitémosla sonriendo.
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