top of page
IMG_8922.jpg

EMO, ¿CULTURA O PATRÓN DE CONDUCTA?

  • Writer: Claudia Yanes
    Claudia Yanes
  • Oct 23, 2018
  • 8 min read

“La filosofía triunfa fácilmente de los males pasados y de los futuros, pero los males presentes la vencen”

La Rochefocauld

Desde el surgimiento del hombre y su agrupación con semejantes en la comunidad primitiva, la moral fue un factor decisivo para su convivencia y evolución. Sin premeditarlo existían normas de conducta que regían su comportamiento en la sociedad y relación con la naturaleza e interacción social que posibilitaban determinar lo bueno de lo que se consideraba malo.

La conciencia moral desempeña un rol importante en la toma de decisiones al asumir las normas, valores y principios fruto de la retroalimentación con los demás integrantes de la comunidad.

En la presente investigación pretendemos introducir un tema muy popular actualmente y realmente poco investigado por especialistas de la ética, el tema de la cultura EMO.

Si pretender criticar o enjuiciar a este grupo social, nuestro objetivo es analizar los patrones éticos de los EMO como gremio cultural, haciendo énfasis principalmente en los jóvenes cubanos.

¿Dónde surge el término EMO?

Para trazar la historia cultural del movimiento EMO hay que remontarse al punk hardcore, un subgénero del rock punk de ritmo acelerado y sonidos pesados que abandonó las típicas ideas de protesta y revuelta social del punk reemplazándolas con canciones que exteriorizaban a gritos toda clase de emociones intensas. El estilo nació en los ochenta y se llamó “hardcore emocional”. Este género se popularizó y comenzó a mixturarse con el rock pop, que endulzó aquella dureza y le puso letras relacionadas con sentimientos íntimos. Eran los noventa, y a los seguidores de bandas como My Chemical Romance, 30 Seconds To Mars, Fall Out Boy, se los llamó EMO.

Hoy en día el EMO es un movimiento bastante popular, pero sus orígenes y características no son tan conocidos. Como muchos otros movimientos urbanos, surge de una estrecha relación con la música, pero no llega a considerarse tribu urbana como lo fueron otros movimientos como el punk, el hip-hop, el mod y el rocker hasta la actualidad.

En Cuba, muchos jóvenes de entre los 12 y 20 años de edad se han sumado a la estética y visión del mundo de este grupo consolidado sobre la década del 80 del pasado siglo en Europa. Desde el 2008, esta corriente cuajó con bastante fuerza en la capital, aunque ya algunos se congregan durante los fines de semana en céntricos parques de las ciudades cubanas más grandes como Holguín, Santa Clara, Santiago de Cuba y Camagüey.

Los medios de comunicación en nuestro país le han prestado cierta atención desde su surgimiento, pero pocos investigadores se han lanzado a analizarlos, a pesar de que muchos padres se preocupan y, en general, la gente los mira con recelo cuando transitan por las calles.

Actualmente, el término EMO es utilizado por los medios especializados para identificar cierta actitud y ciertos patrones estéticos a menudo ajenos a la música emo-core, los cuales no coinciden con el concepto original del término.

Los Emo, la cultura de los adolescentes tristes

En nuestros días se puede apreciar en todo el mundo representantes o seguidores de la cultura EMO y mucho es lo que se habla sobre este grupo hoy en día, pero mucho es también lo que se inventa. Inclusive adolescentes que aseguran ser EMO en realidad ni siquiera están cerca de serlo, pues la cultura EMO no es únicamente estética, ella persigue una fuerte filosofía.

En la actualidad los EMO se han multiplicado por millones alrededor del planeta y muchos jóvenes que ni siquiera conocen a las bandas fundadoras de esta subcultura dicen serlo tan solo por llevar un peinado y vestirse de negro y rosa. Ellos han sido atacados en infinidad de oportunidades por diversas bandas tras ser considerados un flagelo social y muchas veces suponer que es el paso previo a la homosexualidad.

La cultura urbana EMO es muy sencilla de diferenciar, pues quienes se hacen llamar así y pretenden serlo generalmente llevan un estilo de peinados parecidos, con un jopo tirado hacia un lado y cubriendo uno de sus ojos. Para estos jóvenes (generalmente entre 14 y 20 años de edad) la tristeza es la mejor compañera y en sus pares encuentran el amor y sentimiento de pertenencia. En la música encuentran una forma de ser, un guía que los ayuda a seguir un camino para ellos muchas veces tortuoso, donde los transeúntes los observan como extrañas anomalías.

Los jóvenes EMO del siglo XXI persiguen una actitud y filosofía crítica de la sociedad centrada en la emociones (dolor, rabia, desgano e insatisfacción) y que encuentra semejanzas con los punkis en la rebeldía y la necesidad de trillar las calles y sentirse urbanos. La tristeza que los caracteriza suele quedar de lado cuando de una fiesta se trata, allí sacan a relucir su sarcástico e irónico humor.

En general, los "EMO" se definen como personas sensibles. El mundo que los rodea no los comprende y, quizá por eso, tienden a victimizarse. Frases como "la gente nos discrimina" o "¿Por qué me dejaste?" son frecuentes entre ellos.

Los EMO y la autoflagelación

Existen "EMO" que, entre otras prácticas oscuras, se cortan la piel como sinónimo de descontento con el mundo que los rodea y fantasean con el suicidio. Algunas parejas se cortan el cuerpo para llevar las mismas marcas, como símbolo de fraternidad, lo cual constituye, en tiempos del VIH/sida, un riesgo para su salud.

Contribuyendo con las nuevas tecnologías, suben videos a Internet donde aparecen cortándose los brazos. De hecho, en You Tube se cuentan por decenas los videoclips de estos jóvenes auto flagelándose.

Usan piercing y tatuajes y, a diferencia de los "góticos", suelen romper con la monotonía de la ropa oscura a través de alguna prenda o accesorio.

También sienten un aprecio especial por las películas de Tim Burton, sobre todo por “El extraño mundo de Jack “.

Existen, por un lado, los "EMO" que manifiestan que lo suyo es genuino y del otro lado, están los que son tildados peyorativamente de "posers" (calificativo negativo que alude a los "EMO" que son "pura pose").

Ellos suelen irradiar, mientras bailan, un grito estremecedor, conocido como "scream". Se supone que el grito de los "emo" encarna un profundo dolor...

Algunas características, casi reglas, de los EMO:

Ø Les gusta usar piercing y tatuajes.

Ø La ropa oscura es la preferida; pero también usan mucho el rosado.

Ø Siempre usan accesorios: brazaletes, correas gruesas y collares.

Ø Existen EMO que a oscuras se cortan la piel, como muestra de descontento con el mundo que los rodea.

Ø Fantasean con el suicidio.

Ø Algunas parejas de tienen los mismos cortes en el cuerpo. Tratan siempre de llevar las mismas marcas.

Ø Algunos suben videos a Internet, donde aparecen cortándose los brazos.

Ø Suelen usar muy a menudo las siguiente frases (lo saben de memoria): “la vida es un tormento”, “déjame hacer lo que quiero”, “Dios no existe, todo es sufrimiento”, “¿porqué tuve que nacer?”, “haz lo que quieras, con quien quieras, donde quieras, sin importar lo que digan tus padres”.

Ø Estar extremadamente delgado es sinónimo de la vida que quieren llevar (sin sentido y muy sufrida). Si una persona quiere ser emo, tiene que cumplir el requisito de ser delgado a cualquier precio, de lo contrario podría ser rechazado por su comunidad, y son llamados “casposos” o “lámparas”.

Ø Deben tener la mayor estatura posible. Si es bajo de estatura, tiene que usar plataformas.

Ø Tratan de que siempre el pelo les cubra la cara. No les gusta ser vistos. Dicen que esto significa que su existencia es sombría y triste.

Ø Están acostumbrados a que sus habitaciones tengan poca luz.

Ø Tienen como símbolos a las calaveras, corazones rotos y cualquier cosa de color rosado (estrellas, lunas, fuego, etc.).

Ø Las parejas también deben ser EMO, con la finalidad de compartir el dolor en todo momento. Si el EMO varón llora, la EMO novia también debe llorar.

Ø Los hombres y mujeres se visten casi iguales, al punto de no poderse distinguir quién es el hombre y quién la mujer.

El analista, político y consultor Carlos Germano explicó que: “estos jóvenes hacen una crítica muy superficial de la realidad y no tienen la capacidad de hacer política –dijo–. En las tribus es más fuerte la lógica de la imagen que la reflexión y se quedan con la impugnación del modelo, pero no tienen la capacidad de generar, imaginar o crear proyectos alternativos”.

En otros países latinoamericanos como Chile y México la filosofía emo está más desarrollada, pero en la Argentina existe un conocimiento mayor de la estética que del contenido real de los “principios” de este movimiento. En México hubo hasta batallas campales con otros grupos juveniles. En Buenos Aires hubo algunos escarceos en las inmediaciones del Shopping Abasto.

Desde el análisis semiológico, Marafioti dijo ver en este grupo “una incapacidad muy grande para dialectizar y argumentar respecto a aquello de lo cual se habla”. Según el autor de “Culturas nómades” y “Los significantes del consumo”, entre numerosos libros de cultura y comunicación, estos chicos, poseen una carencia argumentativa que les impide decir lo que son, más allá de las cuestiones gestuales.

Los EMO en Cuba

La tendencia mundial, conocida como "EMO" se ha puesto de moda en Cuba ante lo cual especialistas decidieron analizar el tema, llegando a la conclusión de que los seguidores de dicha novedad visten los típicos atuendos "EMO", pero sin caer en extremismos depresivos ni suicidas.

La isla, según reseña Prensa Latina, reúne principalmente a adolescentes inadaptados o víctimas de crisis de identidad, inconformes con su entorno social, y propensos a la depresión y la autodestrucción.

Explican que en Cuba el fenómeno tiene más de moda que de filosofía y muchos de los entrevistados rechazan tal etiqueta por su connotación misantrópica.

Por lo general visten ropa muy ajustada, que combinan negros y rosados, usan piercing, cintos de chapas, sudaderas con capucha, ojos delineados y peinados al estilo de los animados japoneses.

Sin embargo, aunque existen quienes prefieren enquistarse en su pesimismo y escapar de sus problemas causándose dolor, los "EMO" cubanos rechazan los estigmas y la exclusión social.

Ellos construyen su espacio en Cuba junto a "mikis", "rastas", "repas", "frikis" y otras sub-culturas urbanas que, más allá de las diferencias, conviven principalmente en esta capital.

Cuba como nación caribeña con influencias universales, no está ajena a estas manifestaciones de jóvenes que, erróneamente, se unen en grupos y se deprimen aún cuando no tienen problemas en sus hogares para ello. Aunque no llegan al suicidio sí se manifiestan apáticos por las actividades sociales propias para sus edades.

La psicóloga cubana Yessabel Gómez Sera realizó la investigación titulada: ¿Cómo son los EMO cubanos? Un estudio exploratorio llevado a cabo en 2009 en la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana y conocido como el primer acercamiento a esta realidad en la isla caribeña.

En esta investigación la autora, quien actualmente trabaja en el Centro de Salud Mental del municipio habanero de Playa, describe el porqué de las diferentes filosofías EMO como: «En este mundo hay mucha gente sufriendo, por eso, me cortaré las venas.», «Me corto, luego existo. » y "No queremos cambiar el mundo; sabemos que eso no tiene sentido",

Para ahondar en el tema de los patrones morales de la cultura que hemos intentado describir en este trabajo, recomendamos consultar la investigación de Gómez Sera, ya que son muy interesantes sus consideraciones sobre los adolescentes que buscan su identidad, desde la pertenencia a la cultura Emo.

Análisis Ético

Actualmente la cultura EMO está extendida por toda Latinoamérica resurgiendo como subcultura relacionada con los pokemones, con una visión negativa de la vida y auto marginándose de la sociedad, sin tener noción alguna del origen y significado verdadero de la palabra.

Lo cierto es que los integrantes de ella, en Cuba, están auto regulando los patrones morales establecidos por el sistema social imperante desde 1959 en nuestro país, fomentando una incuestionable crisis de valores, que va irremediablemente hacia la auto destrucción, ya que, entre otras cosas, las personas que pertenecen a este subgrupo conciben su estilo como el único modo de vida posible.

Los valores, según conocemos, van orientados a lo positivo, sirven de pauta de comportamiento, regulan la conducta de los seres humanos y guían la actividad humana; por lo que puedo argumentar que en este subgrupo de los Emo se evidencia la presencia de una crisis de valores y la formación de nuevos valores como el derrotismo, negativismo, aislamiento, soledad y los deseos de morir.

Hay que mencionar también, que en nuestro país, no existen regulaciones que limiten esta conducta que, aunque hasta ahora no ha acarreado peores consecuencias, debuta como un posible gran problema social, debido a que está generalizándose principalmente en la juventud.

Puedo concluir expresando mi preocupación por la notoria degradación a la que se están acercando algunos grupos sociales surgidos en las últimas décadas en Cuba, puesto que están rigiéndose por patrones de conducta importados e inventándose nuevos valores no acreditados como parte del buen desempaño de la conducta social y que van en contra del valor principal del ser humano, que es LA VIDA.

 
 
 

Hozzászólások


Únete a la lista de correos

Nunca te pierdas un post

    bottom of page