Con el alma en los tacones
- Claudia Yanes
- Oct 22, 2024
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Hace casi dos décadas y aún lo recuerdo en mi piel, ella bailaba “Carmen” vestida de rojo sobre una mesa taconeando sin piedad ante un público efervescente que no podía sentarse, ni dejar de aplaudir. No llegaba yo a la juventud aún y ya había notado que había acabado de ver bailar a una estrella. Pasaron los años y seguí viéndola, en la plaza de las palomas de La Habana Vieja y en cuanto teatro se presentase. Vi “Carmen” varias veces, también vi “Emigrantes”, “Frida Kahlo” y “Candela”. Siempre la misma reacción de los espectadores, siempre la misma entrega en el escenario, pareciera como si se funcionaran su alma con el baile, pareciera que en cada acto le fuera la vida y en efecto, más de una vez ha dejado a varios sin aliento.
Hoy ella tiene en su haber la experiencia de haber sido primera bailarina del Ballet Español de La Habana, profesora de Técnica del Flamenco, de Escuela Bolera, de Castañuelas y de Repertorio en la Unidad Artístico Docente del Ballet Español de Cuba, es coreógrafa y tienen Tampa, Estados Unidos, su propia compañía donde despliega su talento y sus cualidades como ser humano también. Ostenta, además, varios galardones, entre los que cabe mencionar: el Premio COREOGRAFÍA que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) por su relevante labor de interpretación con la obra “Frida” y la Orden de Isabel la Católica, en categoría de Cruz, otorgada por el Reino de España en octubre de 2018. Sin dudas es una joya, es brillante, es increíble. Ella es uno de los mayores orgullos cubanos y un deleite para la vista y el intelecto, es muchísimos adjetivos más que no caben en una crónica corta, pero para mí simplemente es y siempre será: mi bailarina favorita. No existe una sola vez que Irene baile que no me repita lo mismo: ¡esa chica lleva el alma en los tacones!
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